Los atentados del 11 de septiembre de 2001



Los atentados del 11 de septiembre de 2001 (comúnmente denominados como 9/11 en el mundo anglosajón y 11-S en España y Latinoamérica), fueron una serie de atentados suicidas que implicaron el secuestro de cuatro aviones de pasajeros por parte de 19 miembros de la red yihadista Al-Qaida.

Se dividieron en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un piloto que se encargaría de pilotar el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los dos primeros aviones fueron los de los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines, que fueron estrellados contra las torres gemelas del World Trade Center, un avión contra cada torre, haciendo que ambas se derrumbaran en las dos horas siguientes.[cita requerida]

El tercer avión secuestrado fue el del vuelo 77 de American Airlines, que supuestamente impactó contra la esquina del Pentágono, en Virginia. El cuarto avión, que fue el del vuelo 93 de United Airlines, que no alcanzó ningún objetivo ya que los pasajeros y tripulantes intentaron recuperar el control y, debido a eso, se estrelló en un campo abierto, en Shanksville, Pensilvania.

Aparte de los 19 secuestradores hubo unas 2.973 personas fallecidas confirmadas y unas 24 continúan desaparecidas.

Este atentado se caracterizó por el empleo de aviones como armamento, creando una situación de temor mayor en todo el mundo occidental y dando comienzo a la Guerra contra el terrorismo. Los atentados del 11 de septiembre del 2001 fueron descritos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como horrendos ataques terroristas.

domingo, 20 de junio de 2010

La autanasia

El término eutanasia es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste. La palabra deriva del griego: eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’).


Situación legal de la eutanasia.Quienes defienden la eutanasia sostienen que la finalidad del acto es evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de la vida a un enfermo, presentando tales situaciones como «contrarias a la dignidad». También sus defensores sostienen que para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo.

Otros, creen que los programas de eutanasia están en contraposición con los ideales con que se defiende su implementación. Por ejemplo, los médicos durante el régimen nazi hacían propaganda en favor de la eutanasia con argumentos tales como la indignidad de ciertas vidas que por tanto eran, según aquella propaganda, merecedoras de compasión,[1] para conseguir así una opinión pública favorable a la eliminación que se estaba haciendo de enfermos, considerados minusválidos y débiles según criterios médicos. Por eso, ante la realidad de los crímenes médicos durante el régimen nazi, en los Juicios de Núremberg (1946-1947) se juzgó como criminal e inmoral toda forma de eutanasia activa y además se estableció desde entonces de manera positiva, es decir expresamente, que es ilegal todo tipo de terapia y examen médico llevado a cabo sin aclaración y consentimiento o en contra de la voluntad de los pacientes afectados.

Actualmente en muy pocos países (por ejemplo, Holanda y Bélgica) se ha despenalizado la eutanasia, y en ellos todavía permanece tipificado como homicidio, por ejemplo como homicidio pietístico o bien como asistencia al suicidio. Según los datos oficiales, los supuestos arriba mencionados no son cumplidos: en una tasa creciente, a miles de personas se les aplica la eutanasia en contra de su voluntad[2] y las restricciones para aplicar la eutanasia han ido disminuyendo, por ejemplo actualmente existe el permiso legal para aplicar la eutanasia a niños recién nacidos con muy graves problemas de salud sin consentimiento de nadie excepto del médico

La pobreza en España

En España la «extensión» de la pobreza en familias y en población es superior a la media en Europa. Este hecho tiene mucho que ver con la desigual distribución de la riqueza aún existente entre nosotros y con el diferente crecimiento y desarrollo económico.

Se estima que hay aproximadamente 2.192.000 hogares, en los que viven 8.509.000 personas bajo el umbral del 50% de la renta media disponible neta (rdn). La pobreza predominante es la llamada «relativa», alrededor del 85% del total de los hogares considerados pobres y aunque la «pobreza severa» es minoritaria afecta a 316.000 hogares y a 1.739.800 personas. Entre ellos hay un pequeño sector de 86.000 hogares y 528.200 personas que viven en la pobreza extrema. Es de destacar que se está dando un ligero repunte de la pobreza severa entre nosotros.

Un hecho llamativo es el aumento acelerado del número de jóvenes que viven en la pobreza. El 44.1% del total de los pobres en España tienen menos de 25 años. Son niños y jóvenes. En la pobreza extrema, por ejemplo, más del 65% del colectivo tienen menos de 25 años. En el conjunto de los pobres severos el 53.2% son jóvenes o niños. Este aspecto es tan grave que merecería conocer más en profundidad lo que está sucediendo con la juventud y la infancia en España, y sobre todo con el pronóstico del futuro de este sector para arbitrar actuaciones y políticas sociales que mejoren esta situación.

Otra característica es la mayor dimensión de la familia (familias numerosas o numerosísimas) en las peores situaciones de pobreza.

Aunque proporcionalmente son un sector minoritario, los gitanos pobres, sobre todo, y los inmigrantes están en una situación global muy problemática y de gran desventaja con relación al conjunto de los pobres.

La población pobre «acapara» en España la inmensa mayoría de los males, carencias y problemas sociales existentes en nuestro país como el paro, el analfabetismo, las toxicomanías, la delincuencia y la marginalidad en general. Los pobres «cargan» con la mayor parte de los males.

La ocupación laboral está claramente en contra de los pobres más pobres. A más juventud, pobreza más grave y viceversa. Hay que insistir en que los que están en pobreza severa están sufriendo unas condiciones de vida muy duras por no decir cuasi miserables, pero que no hay que olvidar a los muchos (más de tres millones y medio) que sufren la llamada pobreza moderada, que les excluye de modo muy claro del modo de vivir medio de sus conciudadanos.

Foto © Javier Medrano Pobreza y desarrollo en España

La investigación sobre las relaciones entre crecimiento económico y pobreza ha permitido realizar algunos diagnósticos relevantes:

€ Existe una marcada diferencia entre las distintas provincias y comunidades autónomas en España en lo que a tasas de pobreza se refiere. Estas diferencias tienden a perpetuarse en el tiempo.

€ Entre las variables que muestran una conexión más estrecha con el fenómeno de la pobreza debe citarse el analfabestismo, la tasa de envejecimiento de la población y, con signo negativo, la tasa de empleo en el sector industrial. € Resulta de interés subrayar la menor conexión que presenta la tasa de desempleo con la tasa de pobreza.

Frente a lo que comúnmente se afirma desde las instancias políticas y económicas acerca de que primero es necesario aumentar la tarta para después repartirla, las evidencias utilizadas en la investigación llevan a inclinarnos con decisión por la afirmación contraria: con el fin de que la tarta aumente es preciso ocuparse de su distribución con antelación. No se olvide que la tarta aumenta como consecuencia de las porciones que los diferentes agentes económicos producen y aportan a la renta colectiva. De hecho, se observa una relación de complementariedad entre crecimiento y equidad. Menores tasas de pobreza tienden a corresponderse con valores más elevados del PIB per cápita. En la medida en que las tasas de pobreza son más altas, los eventuales impactos de mejoras en la tecnología, por ejemplo, son más pequeños e incluso, en determinadas condiciones, podrían no favorecer en absoluto al proceso de crecimiento.

Utilizando el criterio más comúnmente admitido en la U.E., se consideran pobres todas aquellas familias y personas que se sitúan económicamente por debajo del «umbral» del 50% de la Renta media disponible neta (Rdn) en el conjunto del Estado.

Se han establecido cuatro estratos de pobreza aplicados a la totalidad de las familias y las personas que viven por debajo de ese 50% de los ingresos disponibles netos.

1. La pobreza extrema - - - - menos del 15% de la Rdn

2. La pobreza grave - - - - - - entre el 15 y 25% de la Rdn

3. La pobreza moderada - - entre el 25 y el 35% de la Rdn

4. La precariedad social - - - entre el 35 y el 50% de la Rdn

A los niveles 1. y 2. se les llama Pobreza severa, y a los niveles 3. y 4. Pobreza relativa.

Cambio laboral y pobreza

Especialmente relevante es la relación entre el crecimiento del paro de larga duración y la evolución de la pobreza, sin que los sistemas tradicionales de cobertura hayan podido hacer frente al recrudecimiento de las necesidades sociales implícito en la evolución del paro. Buena parte de los parados de larga duración se han trasladado forzosamente a los sistemas autonómicos de rentas mínimas, debordando las posibilidades de estos dispositivos.

Un segundo ámbito desde el que es posible relacionar los cambios en la dinámica laboral con los procesos de empobrecimiento en España tiene su origen en el crecimiento de las desigualdades salariales y en la permanencia y aumento de un amplio segmento de trabajadores de salarios bajos, especialmente en el caso de las mujeres.

Se consolida un modelo que, con el objetivo último de facilitar rápidos ajustes de empleo y contener los costes laborales, abre decisivamente el abaníco salarial, limita la movilidad de los trabajadores jóvenes en la escala de ganancias y, sobre todo, en la medida en que somete las trayectorias individuales a una inestabilidad casi estructural, inyecta en la sociedad española notables dosis de vulnerabilidad.

Especialmente llamativo es el hecho de que un segmento de los ocupados no disponga de un nivel de ingresos suficientes para traspasar el umbral de la pobreza. Tal realidad constituye un reto para la sociedad española, condicionada hasta ahora por la falta de respuestas de la política económica y social. La desigualdad salarial, la incidencia del empleo de bajos salarios y el problema de los trabajadores pobres forman parte de una misma secuencia, cuyo origen se sitúa inevitablemente en la aceleración de los cambios en el mercado de trabajo y cuya desembocadura no es otra que una fuerte presion sobre los procesos de envejecimiento.

Foto © Ramón Canelles Política social y pobreza

El éxito de la lucha contra la pobreza depende de que sea un objetivo central de las políticas públicas y, hoy por hoy, esto no ha sucedido ni en España ni en casi ningún país de nuestro entorno.

El Estado es necesario en la lucha contra las desigualdades sociales y la pobreza. Se trata de desarrollo social de los derechos sociales. Estos demandan una renta mínima para todo ciudadano en conexión con actividades socialmente útiles, la mejora del nivel asistencial alejándolo de la idea y la práctica de las leyes de pobres, una mayor protección de la familia sin que ello suponga incentivos para que la mujer permanezca en el hogar sino hacer posibles la solidaridad y el cuidado en el seno de la familia de los hijos y los mayores dependientes. Y, por último, una mayor interconexión de las instituciones públicas con la sociedad civil en la lucha contra la desigualdad social.

La política económica ante la pobreza Los diversos aspectos desarrollados en esta Investigación muestran que no se puede considerar la política pública relativa a la pobreza como algo aislado del conjunto de políticas económicas, ni tampoco como una especie de hermana menor, subordinada y dependiente.

Dadas las relaciones de la pobreza con el sistema económico en su conjunto, no debe considerarse a las políticas de la pobreza como meras consumidoras de recursos. Las actuaciones tendentes a reducir las tasas de pobreza, si están adecuadamente diseñadas, contribuyen a mejorar el funcionamiento económico general. Más aún, se defiende situar la acción contra la pobreza en el centro de acción de la política general. Para ello se propone:

1. Analizar las posibilidades teóricas de actuación con respecto a la pobreza: conviene diferenciar tres tipos de actuaciones según se atiende a los ingresos, a la polipatología anexa a la pobreza o a las causas que influyen en la misma.

2. Sugerir pautas de actuación: en el primer caso se trataría de transferencias monetarias; en el segundo de una pluralidad de políticas específicas, debidamente coordinadas, para atender a la polipatología característica; y en el tercero, de actuaciones dirigidas específicamente a los problemas que se consideran que influyen en la existencia de la pobreza.

3. Analizar los impactos de las medidas contra la pobreza: necesidad de considerar las actuaciones sobre la pobreza plenamente vinculadas con la actuación general, dadas las incidencias que la pobreza tiene sobre el comportamiento económico global.

Cambio demográfico y pobreza

En el caso español, tres son las realidades que emergen con mayor vigor: el progresivo deterioro de la posición relativa de los jóvenes, la reducción de la pobreza de las personas mayores y el empeorameinto relativo de las mujeres.

Buena parte del deterioro de la situación de los jóvenes tiene su origen en problemas de inserción. Nunca como en la primera mitad de los noventa, los jóvenes han tenido un nivel educativo tan alto, sin que esto haya impedido que su tasa de paro creciera hasta alcanzar sus niveles máximos. La tasa de paro juvenil en España es la más alta de la U.E., con una situación muy desventajosa frente a sus coetáneos europeos. Para los que consiguen encontrar una ocupación, el principal problema es la insuficiencia de sus ingresos, con un salario medio de los jóvenes en el sector privado que únicamente supone el 60% del salario medio del total de asalariados.

Un segundo motivo de exclusión de los jóvenes tiene su origen en la dependencia del régimen de alquiler de viviendas. Si se compara el crecimiento de los precios de la vivienda en alquiler con el crecimiento de los salarios de los jóvenes caben pocas dudas sobre la magnitud de la asimetría en ambos comportamientos.

Entre los factores explicativos de la mayor vulnerabilidad de las mujeres destacan principalmente las condiciones desfavorables del mercado de trabajo. Un segundo factor es el aumento de los hogares monoparentales encabezados por una mujer, buena parte de ellos debidos a los procesos de ruptura familiar. Resultado de estos cambios es la consolidación de un severo núcleo de pobreza ligado a los procesos de ruptura matrimonial y al reducido alcance de la política social. Las familias monoparentales con hijos menores de edad, aunque todavía son un porcentaje poco relevante del total de hogares en España, presentan la situación relativa más desventajosa. Sus ingresos se sitúan más de quince puntos por debajo del conjunto de hogares y su tasa de pobreza es la más alta.

La pobreza en general es más urbana que rural. Un millón y medio de pobres viven en el medio rural y casi 7 millones en medio urbano o semiurbano. Entre los pobres rurales predomina una población bastante mayor. En el otro extremo están los pobres de las grandes metrópolis, con menores ingresos, en contextos sociales mucho más caros, con niveles de pobreza severa mucho más altos, con problemáticas muy graves de alcohol y droga, violencia, prostitución, robos y atracos etc. y con índices medios de malestar algo superiores a la media, aunque también en esos contextos la cobertura de los servicios sociales de todo tipo es mayor.

* La pobreza en el Norte de España (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Rioja y Navarra) .La «extensión» de la pobreza es «baja» en Navarra, País Vasco y Rioja, «media-baja» en Cantabria y Asturias y «media» en Galicia. Los pobres del País Vasco acumulan menos problemas y los de Galicia, en el otro extremo, superan la media nacional. La pobreza severa en algunas de estas comunidades autónomas (Rioja,Navarra,País Vasco...) es poco más que testimonial y podría prácticamente desaparecer en un futuro próximo con voluntad política y medidas de coste no excesivo.

* Las dos Castillas tienen bastantes rasgos similares: más «extensa» en Castilla-La Mancha, pero de menos «intensidad». Los pobres de Castilla-León se sitúan en la posición media de todo el Estado y los de Castilla-La Mancha en peor situación media. Puede decirse que, por ejemplo, la pobreza en Soria, Guadalajara,Segovia, etc. (provincias poco pobladas) es un fenómeno de escaso número absoluto de familias, y que quizás la desaparición de la pobreza severa en estas provincias no fuera una tarea tan imposible...

* En la Comunidad de Madrid proporcionalmente los «pobres» no son muchos, pero se aproximan a las 540.000 personas. Sufren además una «pobreza económica» más intensa que la media nacional, y la acumulación de problemas padecidos es también más alta. La pobreza, pues, en esta comunidad es un problema serio porque afecta a mucha gente y porque se es más pobre cuando se vive en un contexto próspero y de mayor carestía de vida.

* En Aragón la pobreza sigue prácticamente todas las pautas medias en el conjunto del Estado.

* El Levante Español (Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia). Dentro del Levante es en la Comunidad Valenciana y en Murcia donde la pobreza es más grave. En Murcia por su extensión y en la comunidad Valenciana, sobre todo en Alicante, por su intensión y mayor acumulación de problemas.

El caso de Cataluña. Su tasa de pobreza es inferior al de la media nacional(16,1%), pero su mágnitud demográfica hace que ese 16.1% equivalga a cerca de un millón de personas bajo el umbral de la pobreza. La provincia de Barcelona es, en números absolutos , la que tiene mayor número de familias y personas pobres entre todas las provincias del Estado. La «intensidad» de la pobreza económica sigue la pauta media de las del Estado, aunque hay que tener en cuenta que viven en un contexto socioeconómico «caro y próspero», lo que hace más dura su situación. (como en Madrid, Navarra o Baleares, por ejemplo).

* La pobreza del Sur: (Extremadura, Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla). Más de un tercio de los pobres del Estado vive en estas Comunidades (el 35.3%). En todas se supera con creces la tasa media de hogares y personas en pobreza. Todas excepto Canarias encabezan el «ranking» de indicadores conjuntos de la peor pobreza Nacional.

Región % Nº aprox. de personas

Norte de España (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Rioja y Navarra) 14,2 1.209.000

Las dos Castillas 13,5 1.152.000

Comunidad de Madrid 6,3 540.000

Aragón 3,1 263.000

Levante Español (Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia) 27,5 2.343.000

Sur de España (Extremadura, Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla) 35,3 3.002.000


Lech Walesa



Lech Wałęsa ['lɛx va'wɛ̃ŋsa] ▶?/i (* Popowo, Polonia, 29 de septiembre de 1943 - ) es un político polaco, antiguo sindicalista y activista de los derechos humanos, además de ex electricista. Fue cofundador de Solidaridad (Solidarność), el primer sindicato independiente del bloque soviético, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1983, y fue Presidente de Polonia de 1990 a 1995 (siendo sucedido por Aleksander Kwaśniewski).


BIOGRAFÍA

Lech Wałęsa nació el 29 de septiembre de 1943 en Popowo, Polonia, hijo de un carpintero. Estudió primaria y formación profesional antes de entrar en el Astillero Lenin, en Gdańsk, como técnico electricista en 1967. En 1969 se casó con Danuta Gołoś, y la pareja tuvo ocho hijos.

Fue miembro del comité ilegal de huelga en el astillero de Gdańsk en 1970. Tras el sangriento final de la huelga, en la que resultaron muertos alrededor de 80 trabajadores por la policía antidisturbios, Wałęsa fue detenido y condenado por "comportamiento antisocial", pasando un año en prisión.

Hay razones muy fuertes para creer que Wałęsa colaboro con el sistema con los servicios secretos comunistas polacos en los años setenta, antes de pasar a la oposición, según el libro editado por el IMPN (Instituto de Memoria Nacional Polaca- Instytut Pamięci Narodowej o IPN), en 2008. Pero debe tenerse en cuenta que, a causa de razones político partidarias, se han hecho muchas acusaciones a gran parte de los políticos de Polonia. Por lo que esta acusación no es tomada seriamente por la opinión pública.

En 1976 Wałęsa perdió su trabajo en el astillero de Gdańsk por recoger firmas para la petición de construir un monumento en memoria de los trabajadores asesinados. Debido a su inclusión en una lista negra informal, no pudo encontrar otro trabajo y fue mantenido, por un tiempo, por amigos personales muy cercanos.

En 1978 junto a Andrzej Gwiazda y Aleksander Hall, organizó el movimiento clandestino Sindicato libre de Pomerania (Wolne Związki Zawodowe Wybrzeża). Fue detenido varias veces en 1979 por desarrollar una organización "anti-estado", pero no fue declarado culpable en el jucio y fue liberado a principios de 1980, tras lo cual volvió al astillero de Gdańsk.

El 14 de agosto de 1980, tras el comienzo de una huelga laboral en el Astillero Lenin de Gdańsk, Wałęsa escaló su muro ilegalmente y se convirtió en líder de la huelga. Esta huelga fue seguida de forma espontánea por otras por toda Polonia. Varios días después detuvo a los trabajadores que querían dejar el astillero de Gdańsk y los persuadió para organizar el Comité de Coordinación de Huelga (Międzyzakładowy Komitet Strajkowy) para dirigir y apoyar la huelga general espontánea en Polonia.

En septiembre de ese año, el gobierno comunista firmó y acordó con el Comité de Coordinación de Huelga permitir la legalización de la organización, pero no sindicatos realmente libres. El Comité de Coordinación de Huelga se legalizó como Comité de Coordinación Nacional del Sindicato Libre Solidarność, y Wałęsa fue elegido presidente de ese comité.

Wałęsa permaneció en ese puesto hasta diciembre de 1981, cuando el Primer Ministro Wojciech Jaruzelski declaró la ley marcial. Fue encarcelado durante 11 meses en el sureste de Polonia, cerca de la frontera con la Unión Soviética hasta el 14 de noviembre de 1982.

En 1983 solicitó volver al Astillero de Gdańsk, a su antiguo puesto de electricista. Mientras fue tratado formalmente como un "simple empleado", estuvo prácticamente bajo arresto domiciliario hasta 1987. También en 1983 recibió el Premio Nobel de la Paz. No pudo recoger el premio por sí mismo, por miedo a que el gobierno no le dejase volver. Su mujer, Danuta Wałęsa, recibió el premio en su lugar. Wałęsa donó el importe del premio al movimiento Solidaridad, temporalmente exiliado, y con sede en Bruselas.

De 1987 a 1990, Wałęsa organizó y lideró un semi-ilegal Comité Ejecutivo Temporal del Sindicato Solidaridad.

En 1988 organizó una huelga laboral en el Astillero de Gdańsk, demandando únicamente la re-legalización del sindicato Solidaridad. Después de ocho días, el gobierno accedió a entrar en conversaciones en una mesa redonda en septiembre. Wałęsa fue el líder informal del lado no gubernamental durante estas conversaciones. En ellas, el gobierno firmó y aceptó el restablecimiento del sindicato Solidaridad y organizar elecciones "semi-libres" al parlamento de Polonia.

En 1989 Wałęsa organizó y lideró el Comité Ciudadano del Presidente del Sindicato Solidaridad. Formalmente era únicamente un cuerpo de asesores, pero en la práctica era un tipo de partido político, que ganó las elecciones parlamentarias de 1989. (La oposición tomó todos los escaños del Sejm que estuvieron sujetos a elecciones libres y todos menos uno de los escaños del recientemente restablecido senado; de acuerdo con los acuerdos de la mesa redonda sólo los miembros del Partido Comunista y sus aliados podían ocupar el restante 64% de los escaños del Sejm) Mientras que técnicamente era únicamente el Presidente del Sindicato Solidaridad, Wałęsa jugaba un papel clave en la política polaca. A finales de 1989 persuadió a líderes de aliados formales de los comunistas para formar una coalición gubernamental no comunista, que sería el primer gobierno no comunista en la esfera de influencia del bloque soviético. Después de este acuerdo, para la gran sorpresa del Partido Comunista, el parlamento elegió a Tadeusz Mazowiecki como Primer Ministro de Polonia. Así, Polonia, que seguía siendo en teoría un país comunista, empezó a cambiar su economía a un sistema de libre mercado.

El 9 de diciembre de 1990, Wałęsa ganó las elecciones presidencialas y se convirtió en Presidente de Polonia para los siguientes cinco años. Durante su presidencia, empezó una llamada "guerra en la cabeza" que prácticamente suponía un cambio de gobierno anual. Su estilo de presidencia fue fuertemente criticado por la mayoría de los partidos políticos, y perdió mucho del apoyo público inicial a finales de 1995. Sin embargo, durante su presidencia Polonia fue completamente cambiada, de un régimen comunista bajo el control estricto de la Unión soviética, a un país democrático e independiente con una economía de libre mercado con un rápido crecimiento posterior.

Wałęsa perdió las elecciones presidenciales de 1995. Después de las elecciones anunció que iría a un retiro político, pero ha permanecido activo, tratando de establecer su propio partido político. En 1997 apoyó y ayudó a organizar un nuevo partido llamado "Acción Electoral Solidaridad" (Akcja Wyborcza Solidarność), que ganó las elecciones al parlamento. Sin embargo, su apoyo fue de menor significado y Wałęsa ocupó una posición muy baja en este partido. El líder real del partido y su principal organizador fue el nuevo líder del Sindicato Solidaridad, Marian Krzaklewski.

Lech Wałęsa volvió a optar a la presidencia en las elecciones de 2000, pero recibió únicamente el 1% de los votos. Muchos polacos estuvieron descontentos con el hecho de que una vez más intentará recuperar su poder político tras haber anunciado su retirada. Desde este momento ha estado dando conferencias sobre la historia y la política de Europa Central en varias universidades extranjeras.

El 10 de mayo de 2004, el aeropuerto internacional de Gdańsk fue renombrado oficialmente Aeropuerto Gdańsk Lech Wałęsa para conmemorar a su famoso ciudadano. Su firma se ha incorporado al logotipo del aeropuerto. Hubo alguna controversia acerca de si el nombre debía escribirse Lech Walesa (sin diacríticos, pero más fácilmente reconocible en el mundo) o Lech Wałęsa (con la grafía polaca, pero más difícil de escribir o pronunciar para extranjeros). Un més más tarde, Wałęsa acudió a los Estados Unidos representando a Polonia para los funerales de estado de Ronald Reagan.

Además de su Premio Nobel, Wałęsa ha recibido otros premios internacionales. Ha sido premiado con doctorados honorarios por varias universidades europeas y estadounidenses.

La crisis Griega

La bomba de la deuda pública de Grecia está destapando largos desequilibrios que tienen a la economía a punto de estallar. Será la primera detonación de una serie que provocará un gran choque en los países europeos. La deuda hipotecaria en las economías de la Europa del Este es aún más explosiva. Y aunque estos países no están en la zona euro, sus deudas sí están contraídas en la moneda europea. El 80% de las deudas de Letonia está en euros, y es deuda que se debe principalmente a los bancos suecos, mientras que Hungría y Rumanía deben su deuda en euros principalmente a los bancos austriacos.

Todas estas deudas son impagables porque los países que acumularon fuertes déficit en la bonanza están profundizando más sus déficit comerciales en este período de vacas flacas y hundiéndose más en la depresión. Ahora que los precios inmobiliarios están en picada, los déficit comerciales no pueden ser financiados por el flujo de los préstamos hipotecarios en moneda extranjera. Tampoco los bancos están en condiciones de generar más crédito dado el fuerte proceso de desapalancamiento que están realizando para achicar sus deudas, abultadas en el período del auge de la burbuja. Las condiciones para los préstamos son insostenibles y los planes de austeridad encogen más a economías que claman por recetas que den espacio a la creación de empleo, el único elemento que puede sacarnos de la crisis.



Por eso que la paradoja que vive Grecia reproduce a escala un fenómeno a nivel europeo y mundial. Alemania es responsable del profundo endeudamiento griego. Sólo el año pasado el déficit comercial de Grecia con Alemania llegó a 4.810 millones de euros. Y casi todos los países europeos acumulan fuertes déficit con Alemania: Italia, 11.400 millones de euros; Portugal 2.620 millones de euros; España, 12.000 millones de euros. Estos países han comenzado a sufrir la misma crisis que afecta a Grecia: la escasez de euros.

Una de las razones para comprender este abierto desequilibrio ha sido la búsqueda sistemática de Alemania por abultados saldos positivos en su balanza comercial, olvidando que esto implica forzosamente fuertes saldos negativos para sus vecinos europeos. El símil de China con Estados Unidos es evidente. Respecto a la balanza comercial, China ha sido con Estados Unidos lo mismo que Alemania con Europa. Ahora que Estados Unidos intenta revertir esa situación obligando a China a revaluar el yuan (y en un golpe que debería ser violento para que se note y no deje espacio a los especuladores, es decir un 20% o 30%), ¿qué posibilidades tiene Europa de exigir a Alemania que revalúe su moneda, de tal forma de encarecer los productos alemanes y hacer más competitivos los del resto de Europa? Con el euro, ninguna. Cuando España o Francia experimentaban déficit sostenidos en su balanza comercial, podían ajustar la peseta o el franco y permitir que el marco alemán se encareciera. Con eso frenaban las importaciones germanas, y lograban dar auge a sus exportaciones. Pero con la moneda común, esto ahora no es posible.

La segunda razón que impulsó fuertemente estos déficit es que desde los años 90 Alemania propagó la política de la reducción de los costos salariales. Esta política de contención de los salarios fue la que condujo a la paradoja de tener sistemáticos superávit comerciales por un lado, y fuertes caídas en la demanda doméstica por otro. En el período 1996-2006, los salarios brutos nominales aumentaron en Alemania un 1%, mientras en el resto de la zona euro lo hicieron al 2,8%. Tal como los chinos, Alemania se dedicó a vender y, tal como Estados Unidos, el resto de Europa se dedicó a comprar. Las compras de Alemania a los países de la UE se hicieron exiguas, lo que profundizó más las brechas y pulverizó los equilibrios.

Cuando la economía está en marcha y a un ritmo regular, estos desequilibrios pasan inadvertidos. Además, todos hacen la vista gorda y quienes obtienen ventaja se encargan de mantener el statu quo, las apariencias. Pero con las crisis salen a flote todos los desequilibrios reales que se han arrastrado por décadas y que ya no resisten la presión acumulada. Por eso que tarde o temprano este fuerte desequilibrio reventará. Y tal como China liberará al dólar de sus amarras con el yuan, no quedará otra alternativa para Europa que Alemania deje en libertad al euro. Sólo un drástico golpe en la apreciación de las monedas de los países más superavitarios (China y Alemania), podrá allanar el camino a una recuperación lenta pero menos traumática de lo que se vive ahora.

ESPLOSIÓN NUCLEAR

Jomeini



Ayatolá Seyyed Ruhollah Musavi Jomeini (روح الله موسوی خمینی en persa) (24 de septiembre de 1902 y fallecido el 3 de junio de 1989). Algunas fuentes declaran que Jomeini nació el 17 de mayo de 1900. Fue un imán y ayatolá chiíta iraní, líder político-espiritual de la revolución de 1979. Las potencias occidentales lo consideraban un líder mesiánico, cuyas iniciativas políticas ponían en peligro la estabilidad internacional. En 1979 derrocó al Sah de Irán, Mohammad Reza Pahlevi. Jomeini gobernó Irán hasta que falleció en 1989. Es considerado el fundador del moderno estado chií. Fue conocido como Imán Jomeini en Irán y Ayatolá Jomeini en el exterior de Irán.


PRIMERA ESTA DE SU VIDA

Nació en la ciudad de Jomein una pequeña población ubicada a 300 km al sur de Teherán (capital de Irán), como Ruhollah Hendi. A principios de los años treinta tomó el nombre de Jomeini (خمینی en persa) en directa alusión a su lugar de nacimiento. Sus padres Jayed Mustafa Mussavi y Hajar Saghafi, tuvieron seis hijos de los cuales el más joven era Ruhollah Hendi, el peso de la tradición religiosa de su familia determinó desde sus primeros años la vocación de Jomeini. Su abuelo Mirza Ahmad y su hermano Passaiden fueron ayatollahs, su padre Jayed Mustafa también lo fue, uniendo a este sus convicciones religiosas en un fervor político especialmente contra Qataríes, la dinastía reinante en Irán a principios del siglo XX.

Jomeini decía ser un sayyid, ya que su familia afirmaba ser descendiente de Mahoma a través de la séptima parte de los Doce Imanes, Musa al-Kazim. Varios de sus cercanos antepasados se dedicaron a los estudios islámicos: su padre y sus dos abuelos fueron clérigos chiíes.[1] El abuelo paterno de Jomeini, Sayid Musawi Ahmad Hindi, pasó muchos años en la India, antes de regresar a Persia para comprar una casa en la ciudad de Jomein, en la que vivió su familia hasta fines del siglo XX.[2]

Cuando Jomeini tenía cinco meses de edad, su padre fue asesinado.[3] Muchos historiadores creen hoy que su padre pudo haber sido víctima de una disputa local.[4] [5] [6] Jomeini y la madre de una de sus tías procedió a criarlo hasta 1918, cuando dos de ellos murieron. Ruhollah Jomeini comenzó a estudiar el Corán, libro sagrado del Islam, y para los de los persas a los seis años. Al año siguiente, comenzó a asistir a una escuela local, donde aprendió matemáticas, ciencia, geografía, y otros temas tradicionales. A lo largo de su infancia, él continuó su educación religiosa y secular con la asistencia de sus familiares, incluida su madre, su primo Ja'far, y su hermano mayor Morteza Pasandideh.

A la edad de siete años, el joven Jomeini perdería a su tía y a su madre, quedando así huérfano, pero esto no fue un freno para este joven que ansiaba aprender por encima de todo y poseía una vitalidad y fuerza que le hacían destacar entre sus amigos de infancia. Su religión, el Islam shi´i duodecimano sumado a la muerte injusta de su padre, le harían verse a sí mismo como una víctima que debe tomar no sólo una revancha contra los que promovieron el asesinato de su padre, sino también contra todos aquellos musulmanes que se desvíen de la verdadera práctica del Islam.

Educación musulmana
Nombre: Ruhollah Khomeini Musawi
Título: Imam Khomeini
Nacimiento: 24 de septiembre de 1902
Muerte: 3 de junio de 1989 (86 años)
Región: Irán e Irak
Maddhab: Shia Islam
Principales intereses: Fiqh, Irfan, islámica filosofía, la ética islámica, el Hadith, la política
Ideas notables: tutela de los juristas islámicos, Fiqh dinámica
Obras: Gobierno islámico, Tahrir-ol-vasyleh, Cuarenta Hadith, Adab as Salat
Influencias: Mulla Sadra, Abdol-Karim Haeri-Yazdi, Hassan Modarres, Mohammad-Ali Shah Abadi
Influenció a: Mohammad Beheshti, Hossein-Ali Montazeri, Morteza Motahhari, Alí Jamenei, Akbar Hashemi, Fazel Lankarani
Después de la I Guerra Mundial, su familia hizo arreglos para que él estudiara en el seminario islámico en Isfahán, pero en su lugar Jomeini se trasladó a Arak (1920) y comenzó sus estudios[7] bajo la dirección del ayatolá Abdul Karim Haeri Yazdi.[8] Al año siguiente, el ayatolá Haeri Yazdi transferido el seminario islámico a la ciudad santa de Qom, al sudoeste de Teherán, e invitó a sus alumnos a seguirle. Jomeini aceptó la invitación, y se trasladó a la escuela Dar al-Shafa, en Qom.[9] Entre los estudios de Jomeini se incluyeron la Sharia (ley islámica) y el Fiqh (jurisprudencia). Jomeini también había adquirido un interés en la poesía y la filosofía Irfan. Así que al llegar a Qom, Jomeini trató la orientación de Mirza Ali Akbar Yazdi, un estudioso de la filosofía y la mística. Yazdi murió en 1924, pero Jomeini seguió con su interés en la filosofía con otros dos profesores, Javad Aqa Maleki Tabrizi y Rafi'i Qazvini.

Sin embargo, tal vez la mayor influencia de Jomeini fue otro maestro, Mirza Muhammad Ali Shahabadi,[12] además de una gran variedad de históricos místicos sufíes, entre quienes se incluyen Mulla Sadra y Ibn Arabi.

 
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